El 25 de marzo de 1977 el plomo barría la vida de Rodolfo Walsh, ejemplo de periodismo y compromiso político en una época en la que la prensa hegemónica regalaba loas a los asesinos y torturadores que desangraban al país. 35 años después los mismos cómplices siguen protegiendo a los genocidas desde sus páginas, y los que sobrevivieron a la pesadilla se hermanan con quienes nos fuimos sumando en el camino, para recordar la calidad de su pluma y la firmeza de sus convicciones. Juntos elevamos un grito: ¡NUNCA MÁS!
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